Las principales trabas que se encuentran los corredores a la hora de digitalizarse son dos: ¡Tiempo y financiación!
Los pequeños corredores cada vez tienen menos tiempo para dedicarlo a la venta de seguros y en su día a día se ven superados por otras tareas como, por ejemplo, las de ámbito administrativo. Esta escasez de tiempo les dificulta poner en marcha un proyecto de digitalización, que requiere no sólo tiempo sino también recursos y financiación.
Las ayudas de Europa son muy escasas y no tienen en cuenta que la transformación digital de un negocio no es un proyecto finito, supone una exigencia importante de adaptación constante a las mejoras tecnológicas que se van produciendo. ¿Cómo va a ser la tecnología dentro de cinco años?, es prácticamente imposible saberlo; aunque lo que si es cierto, es que no será cómo la de hoy.
Esto supone tener todos los años un presupuesto destinado a tecnología y personal dedicado continuamente a la adaptación tecnológica.