Vivimos en una sociedad en la que “hoy, ahora, ya…” se ha convertido en el primer requisito que pedimos cuando compramos algo, ya sea un servicio o un producto.
Muchas veces compramos cosas que no entendemos cómo funcionan o que no sabemos cómo hacerlas funcionar, y lo primero que hacemos es probarlas sin, ni tan siquiera, leer el libro de instrucciones. ¿Quién se para a leer las instrucciones de un móvil?
Cuando lo probamos y no nos funciona. La mayoría de las veces, buscamos el libro de instrucciones y… lo hacemos funcionar.
Pero, ¿qué pasa cuando el producto viene sin libro de instrucciones? Lo acabamos olvidando en un rincón y pensamos que no funciona. Estamos tan acostumbrados a que nos den las cosas fáciles de usar, a que las hayan programado para empezar a utilizarlas “ya y ahora” que, cuando no es así, nos frustra.
Algo parecido pasa con la tecnología aplicada a los negocios, en especial, a la mediación de seguros.
No es sencillo hacer que funcionen a la primera para nuestro negocio porque están diseñadas para que se puedan adaptar a cualquier negocio. Y, existe una diversidad de negocios de mediación impresionante, generalistas, mono-ramo, especializados en nichos, empresas….
Somos cada uno de nosotros, mediadores de seguros, los que tenemos que saber adaptar esa tecnología a nuestro negocio. Es un hándicap importante porque para hacerlo, hay que tener claro a donde queremos llevar la empresa y tener conocimientos de tecnología y de procesos.
Los procedimientos son las guías, tanto para conseguir que la tecnología haga lo que tú quieres como para conseguir que luego funcione cuando los empleados interactúan con la tecnología. Estas guías permiten que tecnología y humanos estén alineados en una forma común de hacer.
Una vez que tenemos las guías y una base de datos limpia y ordenada hay que ajustar la tecnología para que haga lo que hemos definido que queremos.
La realidad es que, para digitalizar un negocio, antes de hacer funcionar tecnologías que automatizan procesos repetitivos y crean procesos robotizados; tenemos que hacer un esfuerzo muy importante en personal cualificado y con experiencia para que nos ayude a digitalizar nuestro negocio ya que, probablemente, lo que ha hecho el compañero de al lado no nos valga.
Si algún mediador necesita ayuda en el proceso de digitalización de su negocio, ¡está de enhorabuena! En Summa contamos con un proyecto de cooperación entre mediadores donde mediante un sistema de economías colaborativas ayudamos a los mediadores a digitalizar su negocio para que puedan dedicarse a lo que realmente les gusta y saben hacer extraordinariamente: vender seguros.
Si eres mediador, te invitamos a participar en este proyecto.